En tiempos de recesión, estos 4 tipos de activos suelen ser los más resistentes

En tiempos de recesión, estos 4 tipos de activos suelen ser los más resistentes

Cuando la economía entra en recesión, muchas personas se preocupan por la seguridad de sus inversiones. Una recesión puede provocar caídas significativas en los mercados bursátiles, aumentos del desempleo y una reducción general en la actividad económica. Sin embargo, no todos los activos se comportan de la misma manera durante estos periodos difíciles. Algunos tienden a resistir mejor las caídas y, en ciertos casos, incluso pueden aumentar su valor. A continuación, exploramos cuatro clases de activos que históricamente han demostrado ser más resistentes durante las recesiones.

1. Oro y metales preciosos

El oro ha sido considerado durante siglos un "activo refugio", y por una buena razón. Durante los periodos de incertidumbre económica, los inversores suelen volcarse hacia activos que no están tan ligados a los ciclos económicos. El oro, al no depender de los ingresos empresariales ni del consumo, tiende a mantener su valor e incluso a apreciarse cuando los mercados financieros están en crisis.

Por ejemplo, durante la Gran Recesión de 2008-2009, mientras el mercado de valores caía, el precio del oro subió considerablemente. Este patrón también se repitió en otros periodos de alta inflación o crisis financieras. Otros metales preciosos como la plata y el platino pueden seguir patrones similares, aunque suelen ser más volátiles que el oro.

Además de la inversión directa en lingotes o monedas, muchos inversores acceden a este tipo de activos a través de fondos cotizados en bolsa (ETFs) respaldados por oro o acciones de compañías mineras.

2. Bonos del gobierno (especialmente de países estables)

Durante una recesión, los inversores tienden a buscar seguridad, y los bonos emitidos por gobiernos estables, como el de Estados Unidos o Alemania, suelen ofrecer esa protección. Estos bonos están respaldados por el Estado, lo que los convierte en uno de los instrumentos financieros más seguros disponibles.

Cuando el crecimiento económico se desacelera, los bancos centrales suelen reducir las tasas de interés para estimular la actividad. Esta baja en las tasas puede hacer que el valor de los bonos existentes aumente, ya que ofrecen rendimientos más atractivos en comparación con los nuevos bonos emitidos a tasas más bajas.

En este contexto, los bonos del Tesoro de EE. UU., por ejemplo, han sido históricamente una inversión defensiva durante las recesiones. No solo ofrecen seguridad, sino también liquidez, ya que se pueden comprar y vender fácilmente en los mercados financieros.

3. Acciones de consumo básico

Aunque muchas acciones tienden a sufrir durante las recesiones, hay ciertos sectores que muestran mayor resiliencia. Uno de ellos es el de consumo básico (también llamado bienes de consumo no cíclicos). Este sector incluye empresas que producen o venden productos esenciales como alimentos, productos de higiene, medicamentos, y artículos de limpieza.

La lógica detrás de esta resistencia es sencilla: independientemente de la situación económica, la gente necesita seguir comprando alimentos, papel higiénico, productos de limpieza y medicinas. Empresas como Nestlé, Procter & Gamble, Unilever o Walmart suelen mantener ventas estables incluso cuando el resto del mercado sufre.

Estas compañías no solo muestran estabilidad en sus ingresos, sino que a menudo reparten dividendos constantes, lo que puede proporcionar un flujo de caja adicional a los inversores durante tiempos difíciles.

4. Bienes raíces (especialmente propiedades para alquiler)

El mercado inmobiliario puede ser afectado por una recesión, especialmente en términos de precio de compra/venta, pero ciertos tipos de bienes raíces tienden a comportarse mejor que otros. En particular, los inmuebles para alquiler residencial suelen mantener su valor y generar ingresos estables durante periodos económicos complicados.

Esto se debe a que, incluso en tiempos de recesión, las personas necesitan un lugar donde vivir. De hecho, en algunos casos, la demanda de alquileres puede aumentar si menos personas pueden permitirse comprar viviendas. Propiedades ubicadas en zonas urbanas con alta demanda y buena conectividad suelen ser más resistentes y seguir generando ingresos por renta, aunque el valor de mercado de la propiedad fluctúe.

Además, en muchos países, el sector de vivienda multifamiliar (como edificios de apartamentos) ha demostrado ser más estable que otros segmentos del mercado inmobiliario comercial, como oficinas o locales comerciales, que pueden verse más afectados por la reducción de la actividad empresarial.

Conclusión

Las recesiones económicas son inevitables y forman parte de los ciclos normales de la economía. Aunque causan incertidumbre y volatilidad en los mercados, también ofrecen una oportunidad para reflexionar sobre la solidez y la diversificación de nuestras inversiones.

Los activos como el oro, los bonos gubernamentales, las acciones de consumo básico y ciertos bienes raíces ofrecen una mayor resistencia durante estos periodos y pueden ayudar a proteger el capital mientras se espera la recuperación. Por supuesto, no existe inversión 100% libre de riesgo, por lo que es fundamental analizar cada caso, tener un horizonte de inversión claro y, si es posible, consultar con un asesor financiero para tomar decisiones bien informadas.

Mantener la calma, pensar a largo plazo y apostar por activos defensivos puede marcar una gran diferencia durante los momentos económicos más desafiantes.