¿Te sientes mareado y con náuseas después de hacer ejercicio? Estos podrían ser los 5 motivos

¿Te sientes mareado y con náuseas después de hacer ejercicio? Estos podrían ser los 5 motivos

Hacer ejercicio es una de las mejores maneras de mejorar nuestra salud física y mental, pero, en ocasiones, algunas personas experimentan síntomas molestos como mareos o náuseas después de un entrenamiento. Estos síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia, pero es importante comprender qué los está causando para poder abordarlos adecuadamente. En este artículo, exploraremos las cinco razones más comunes por las cuales podrías sentirte mareado o con náuseas después de hacer ejercicio, y cómo prevenirlo, con datos respaldados por investigaciones científicas y expertos.

1. Deshidratación

Uno de los motivos más comunes de mareos y náuseas tras hacer ejercicio es la deshidratación. El cuerpo pierde líquidos a través del sudor durante la actividad física, lo cual es esencial para regular la temperatura corporal. Según la National Institutes of Health (NIH), incluso una ligera deshidratación puede disminuir el volumen sanguíneo, lo que provoca mareos, fatiga y náuseas. Un estudio realizado por la Universidad de Connecticut muestra que una deshidratación del 2% del peso corporal puede afectar significativamente la capacidad de rendimiento físico y cognitivo.

Además, cuando nos ejercemos intensamente o en ambientes calurosos, también perdemos electrolitos (como sodio, potasio y magnesio), lo cual empeora los síntomas de mareo y náuseas. Para prevenir la deshidratación, es fundamental consumir líquidos antes, durante y después del ejercicio. Si el entrenamiento es intenso o prolongado, las bebidas deportivas que repongan tanto líquidos como electrolitos son una excelente opción.

2. Bajar la intensidad demasiado rápido

Cuando terminas un entrenamiento intenso y de repente dejas de moverte o reduces la intensidad rápidamente, tu cuerpo puede no adaptarse bien al cambio. Este fenómeno, conocido como síndrome del ejercicio abrupto, ocurre porque, después de un esfuerzo físico intenso, el sistema cardiovascular sigue trabajando a un ritmo elevado. La sangre puede acumularse en las piernas, lo que reduce temporalmente el flujo sanguíneo al cerebro y puede causar mareos y náuseas.

La American Heart Association recomienda realizar un enfriamiento adecuado para evitar este tipo de malestar. Al reducir gradualmente la intensidad y realizar ejercicios suaves de estiramiento o caminatas, se facilita que el cuerpo recupere su ritmo cardíaco normal, previniendo la acumulación de sangre en las extremidades.

3. Bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia)

Otro factor común que puede causar mareos y náuseas después del ejercicio es la hipoglucemia, o niveles bajos de azúcar en sangre. Durante el ejercicio, el cuerpo utiliza glucosa como fuente de energía, y si no se tiene suficiente glucosa en los músculos o en la sangre, se puede producir una sensación de debilidad, mareos y náuseas. La Academia de Nutrición y Dietética señala que las personas que realizan ejercicio intenso en ayunas o sin comer adecuadamente antes del entrenamiento son más propensas a experimentar hipoglucemia.

Según un estudio de la Universidad de Ginebra, la hipoglucemia es más pronunciada en ejercicios de larga duración o de alta intensidad. Para prevenirla, se recomienda consumir una comida equilibrada con carbohidratos, proteínas y grasas unas dos horas antes de hacer ejercicio. Si el entrenamiento es particularmente intenso, un pequeño refrigerio con carbohidratos simples y proteínas puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre.

4. Condiciones de salud subyacentes

En ocasiones, los mareos y las náuseas pueden ser indicativos de condiciones médicas preexistentes, como trastornos del equilibrio, problemas cardíacos o hipotensión ortostática (baja presión arterial al ponerse de pie). La Mayo Clinic indica que trastornos como estos pueden alterar el flujo sanguíneo o la regulación de la presión arterial, lo que genera sensaciones de mareo y náuseas durante el ejercicio.

Si experimentas estos síntomas de manera frecuente y no parecen estar relacionados con factores como la deshidratación o el agotamiento, es esencial consultar a un médico. Según la American College of Cardiology, los problemas cardíacos o circulatorios pueden empeorar con ejercicios intensos si no se manejan adecuadamente.

5. Exceso de esfuerzo físico (sobreentrenamiento)

El sobreentrenamiento es otro factor importante que puede llevar a síntomas como mareos y náuseas. Cuando te exiges demasiado durante un período prolongado sin dar tiempo adecuado para la recuperación, puedes estar sobrecargando tu cuerpo. Según un estudio publicado en The Journal of Strength and Conditioning Research, el sobreentrenamiento puede afectar el sistema nervioso y el equilibrio hormonal, lo que se traduce en fatiga extrema, náuseas y mareos persistentes.

La National Strength and Conditioning Association (NSCA) destaca que un adecuado programa de entrenamiento debe incluir días de descanso y un control de la intensidad para evitar el sobreentrenamiento. Si notas fatiga persistente, insomnio o falta de motivación, es importante tomar un descanso y permitir que el cuerpo se recupere.

¿Qué hacer si experimentas mareos o náuseas después del ejercicio?

Si experimentas mareos o náuseas después de hacer ejercicio, lo primero que debes hacer es detenerte y descansar. Si es posible, siéntate o recuéstate en un lugar fresco y tranquilo. Respira profundamente para ayudar a que tu cuerpo se recupere y, si es necesario, bebe agua o una bebida deportiva para rehidratarte. Si los síntomas persisten o son recurrentes, es fundamental que busques la orientación de un médico para asegurarte de que no haya un problema subyacente.

Conclusión

Los mareos y las náuseas después del ejercicio pueden ser causados por una variedad de factores, como deshidratación, un enfriamiento inadecuado, hipoglucemia, condiciones médicas subyacentes o sobreentrenamiento. Para prevenir estos síntomas, es fundamental mantenerse bien hidratado, realizar un enfriamiento adecuado, alimentarse correctamente antes del ejercicio y no exagerar con la intensidad de los entrenamientos. Recuerda que escuchar a tu cuerpo y darle el tiempo adecuado para recuperarse es clave para mantener una rutina de ejercicios saludable y efectiva. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud si los síntomas persisten, para asegurarte de que no haya problemas mayores.